Los coches con motor de combustión interna contaminan el aire. Para muchos es una obviedad, aunque muchas veces parece que se nos olvida, o nos confunden. Es algo irremediable, ya que en la reacción química de combustión del combustible, este se quema en presencia del oxígeno del aire, y se producen como resultado de la misma otros compuestos que se liberan a la atmósfera a través del tubo de escape del automóvil.
Dependiendo del tipo de combustible, de lo sofisticado que sea el motor y de los sistemas de reducción de la contaminación que se incorporen, el coche al final contaminará más o contaminará menos. Tampoco queremos ser alarmistas, si echamos la vista atrás varias décadas, vemos que 100 coches actuales contaminan menos que un vehículo de los años 70.
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